Técnico de campo
Natural de Tinajo, en Lanzarote, creció en una familia de agricultores, donde aprendió desde pequeña el valor de la tierra y el esfuerzo que implica cultivarla. Esta conexión la llevó a formarse en agroecología, especializándose más tarde en vitivinicultura.
Realizó sus prácticas en la Bodega El Grifo, donde comenzó en vendimia y, tras varias campañas, se incorporó al equipo de forma estable. Desde entonces, integra sus valores ecológicos en cada etapa del proceso, del campo a la bodega.
Está especialmente comprometida con el compostaje como vía para cerrar el ciclo de la materia orgánica y devolver al suelo lo que ofrece. Cree en una agricultura circular, donde nada se desperdicia.
Su filosofía: “Lo que el campo da, que vuelva a él.”