
Nuestra bodega sigue avanzando en el estudio del viñedo con una premisa clara: conocer mejor la vid para cuidarla de una manera más eficaz.
En esta línea, hemos colaborado con Abadía Retuerta en un proyecto de investigación que busca desarrollar un método sencillo y preciso para valorar el estado de la viña, basado en la correlación entre el crecimiento de los brotes y la integral térmica acumulada en cada jornada.
El estudio, liderado por Ángel Anocíbar (Abadía Retuerta) con la participación del equipo técnico de EL GRIFO, aporta un nuevo enfoque práctico que permite evaluar la respuesta de la vid frente al clima, optimizar las intervenciones en campo y, en última instancia, mejorar la calidad de la uva.
Un método simple, medible y útil
El sistema desarrollado, denominado MCAR (Método de Crecimiento de Abadía Retuerta), parte de un hallazgo clave: existe una correlación casi del 100 % entre el crecimiento de los brotes de viña y los grados de integral térmica (o suma de calor) durante el periodo comprendido entre brotación y floración.
Este dato permite valorar el vigor y el equilibrio del viñedo en tiempo real, sin necesidad de recurrir a técnicas más complejas o costosas, como cámaras de presión o sensores de tele-detección.
La simplicidad del método —basado en mediciones diarias del crecimiento de los brotes y los datos de temperatura de una estación meteorológica— lo convierte en una herramienta accesible para bodegas que buscan aplicar criterios técnicos con precisión y eficiencia.
Aplicaciones prácticas en la gestión del viñedo
El estudio demuestra que este sistema puede aplicarse con éxito a diversas decisiones clave de la viticultura:
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Planificación de la poda en verde: permite determinar el momento óptimo para intervenir y reducir costes de mano de obra.
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Gestión de cubiertas vegetales: facilita detectar si la vegetación compite en exceso con la vid por el agua o los nutrientes.
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Despunte del viñedo: ayuda a prever el tamaño final de los brotes y ajustar la intervención según el vigor del año.
En el caso de EL GRIFO, el método se ha aplicado experimentalmente en nuestras parcelas de Malvasía Volcánica en Lanzarote, confirmando su validez en climas cálidos y condiciones de cultivo extremas, muy distintas a las de la península. Los resultados obtenidos son prometedores y abren nuevas líneas de trabajo para la viticultura de precisión adaptada al entorno volcánico.
Ciencia colaborativa para un viñedo más eficiente
Este proyecto refleja el valor de la colaboración entre bodegas de referencia en la innovación vitivinícola española. El intercambio de conocimiento entre Abadía Retuerta, El Grifo, Artuke y Menade ha permitido validar el método en diferentes regiones y variedades, demostrando su versatilidad y su potencial para mejorar la gestión agronómica y económica del viñedo.
En EL GRIFO, esta línea de investigación se suma a otros proyectos en curso —como la caracterización aromática de la Malvasía Volcánica, la viticultura regenerativa o el estudio de la integral térmica en Lanzarote— que consolidan nuestro compromiso con una viticultura basada en el conocimiento y la sostenibilidad.
En el presente estudio se presentan las conclusiones de 5 años de trabajo en el viñedo de Abadía Retuerta.
Se constata una correlación de casi 100% entre el crecimiento de los brotes de viña y los grados de integral térmica de ese día, en el periodo comprendido entre brotación y floración.
A partir de la floración el metabolismo del viñedo cambia, empieza a acumular reservas y su comportamiento ya depende de otros factores. Los grados de integral necesarios para crecer 1 cm muestran el estado de la viña.
Con este sistema se pueden valorar la idoneidad de dejar cubiertas vegetales, planificar despuntados o gestionar la poda en verde, obteniendo uvas de más calidad a un coste más reducido