250 AÑOS DE INNOVACIÓN
Una historia de tradición y modernidad vitivinícola
LOGROS DE AYER...
Un hito, una reliquia para historiadores y visitantes. El lagar bajo techo data de 1775, según la inscripción fundacional. Mantenemos vinos de 1881, año en el que la bodega estaba regida por don Manuel García Durán. Aún siguen en pie parrales de moscatel del siglo XIX.
Estas primitivas instalaciones constituyen hoy nuestro museo del vino, destino inexcusable para comprender el comienzo de la vinicultura de Lanzarote y de Canarias.
… Y AVANCES DE HOY
Somos pioneros en Canarias en el embotellado del vino, desde 1935, con maquinaria puntera. Y desde 1950, la vinificación ha sido manejada por profesionales.
A partir de los años 80, revolucionamos al introducir el acero inoxidable, equipos de frío y las prensas de membrana. Iniciamos también la elaboración de espumoso natural.
Mantenemos en la elaboración del Canari y el Glas los métodos antiguos, ancestrales, tal y como dicta la bibliografía que atesoramos en nuestra ilustre biblioteca.
En 2022, fuimos pioneros en Europa al embotellar la primera edición de nuestro afamado Vendimia de Invierno.
EL GRIFO elabora vinos ininterrumpidamente desde 1775.
Su titularidad ha recaído en tres familias sucesivas: los Ribera, los De Castro y, desde 1880, en los descendientes de Manuel García Durán.
La historia de nuestra bodega ha caminado en paralelo con hitos históricos y otros sucesos imborrables.
1730-1736
Aquí comienza todo. Se producen las erupciones de Timanfaya, que cubrieron de lava y arena volcánica la parte central de la isla de Lanzarote. Donde había pueblos, pastos y cultivo de cereales no quedó nada.
1740
Los lanzaroteños, todavía sin terminar las erupciones, comienzan a apartar las arenas para llegar al suelo orgánico y a cultivar viñas y frutales. Los agricultores encontraron en la vid el cultivo más indicado para la nueva realidad de la isla.
El párroco de Yaiza don Andrés Lorenzo Curbelo se erige en el mayor viticultor de la isla. Los mostos eran muy demandados por los comerciantes para destilarlos en Arrecife y enviar el aguardiente a Tenerife.
1775
Los padres del Venerable Antonio Torres y Ribera poseían antes de las erupciones varias parcelas en la zona de la Geria.
Cuatro décadas después de la transformación total de la tierra, plantaron viña y se produjeron mostos, que se enviaban a Arrecife para destilarlos en aguardiente. Don Antonio fue completando la finca actual mediante compras sucesivas.
Luego, en 1775, edificó el lagar original, donde se halla la inscripción original, que marca el inicio de bodega. Ha nacido El Grifo.
1807-1820
El sobrino y heredero de don Antonio, Bartolomé de Torres, incumple las cláusulas testamentarias y, ante el riesgo de perder la herencia, reclamada judicialmente por su prima, vende EL GRIFO en documento privado, hacia 1820, a Ginés de Castro y Álvarez, teniente coronel de las milicias lanzaroteñas, Alcalde Mayor y cronista de la erupción de 1824. Comienza la segunda familia.
El 2 de mayo de 1808 se produce el Levantamiento de Madrid contra la invasión francesa de Napoleón.
1880
Los dos sobrinos nietos de Ginés de Castro, propietarios entonces de EL GRIFO, proceden a su venta en sendas escrituras públicas en 1778 y 1886 a Manuel García Durán, bisabuelo de los actuales propietarios. La tercera familia entra en escena manteniendo la propiedad hasta la actualidad.
En nuestra bodega antigua conservamos barricas con vino Malvasía Volcánica de 1881.
1905
García Durán adquiere en escritura pública fincas y maquinaria alemana perteneciente a la bodega ‘Los Alemanes’ y que se había iniciado en 1903 en Lanzarote. La gran prensa hidráulica, la bomba de balancín, y la despalilladora… era el momento de jubilar la prensa de viga.
Albert Einstein publica su famosos artículos "Annus Mirabilis", conformando la base de la física teórica.
1912
Fallece Manuel García Durán. Pese a que el impulsor de la bodega y mano derecha de su suegro fue Domingo Lorenzo Viera (casado con su hija Rafaela), en el reparto testamentario, EL GRIFO correspondió a la hija primogénita Manuela García Parrilla, abuela de los actuales propietarios.
1923
Concluye la edificación de la casa y bodega de la calle Fajardo, 5 de Arrecife, finalizada en 1923.
Fue el centro comercial de la bodega y a donde se bajaba el vino de EL GRIFO para su venta y embarque por el Puerto de Arrecife.
1935
Primeras etiquetas donde consta no el nombre del propietario, como era costumbre (en este caso, Manuela), sino de su esposo, Fermín Rodríguez-Béthéncourt. Don Fermín estudió Medicina en Granada, dedicándose a ejercer su profesión en Lanzarote.
1948
Doña Manuela, casada con el médico D. Fermín Rodríguez-Béthéncourt, llevó personal y directamente la bodega. A finales de los cuarenta, el hijo de ambos, D. Manuel Rodríguez-Bethencourt, pese a residir en Madrid ejerciendo la medicina, dirigió EL GRIFO, dándole un gran impulso.
Se contrata a los primeros enólogos profesionales y reanuda los embotellados.
1965
Tras el período de testamentaría de la herencia de Dª Manuela y de D. Fermín, la propiedad de El Grifo pasa a su hija Antonia Rodríguez-Bethencourt, casada con el navarro Juan José Otamendi Soravilla, padres de los actuales propietarios.
La casa de Arrecife corresponde a su hija Dª Manuela, casada con D. Nicolás Manrique de Lara; la casa familiar de Mozaga al Dr. Bethencourt, casado con Dª Mª Encarnación Codes, y las fincas de viñedo de Testeina y Conil a Dª Concha Rosa, casada con D. Felipe Gómez Ullate.
En Liverpool comienza la fiebre con cuatro músicos de Liverpool. Estalla la Beatlemanía.
1975
Los hijos de la propietaria, Juan José (1944) y Fermín Otamendi Rodríguez-Bethencourt (1956) comienzan a implicarse en la marcha de la bodega.
Dª Antonia va concluyendo sus últimos cambios en la bodega, que contaba ya con depósitos de acero inoxidable (los primeros para vino en Canarias), grupo electrógeno para la electrificación de la bodega, prensa horizontal y despalilladora de Marrodán y Rezola. Los camellos aún acarrean los cajones de vendimia.
1980
En 1980 se constituye la compañía mercantil, El Grifo S.A. y Doña Antonia dona a ambos hijos varones las acciones. Los hermanos Otamendi contratan como enólogo a Felipe Blanco (en la imagen, con César Manrique), que iniciaría su trabajo a tiempo completo al año siguiente.
1984
Concluye la primera fase de la nueva bodega, iniciada en 1982, junto a la antigua. El vino de EL GRIFO se vende exclusivamente embotellado. Los nuevos depósitos son todos de acero inoxidable, se instala equipo de frío, nuevas prensas horizontales y despalilladora Vaslin.
Se obtiene el primer reconocimiento internacional: Medalla de Oro al Malvasía Seco en el VII Concurso enológico Internazionale de Milán.
1986
Se inician las obras de acondicionamiento del futuro museo como mejor forma de preservar la bodega antigua, con el asesoramiento de César Manrique, amigo de la familia.
César, tras diseñar la etiqueta del Malvasía Semidulce (en la imagen), su vino favorito, así como el logo de la bodega y emblema corporativo, y realiza el Monumento al Pájaro Grifo a la entrada de la finca. Durante estas obras, se descubre la piedra fundacional del lagar cubierto de 1775.
2018
Fallece Antonia Rodríguez-Béthéncourt, madre de los hermanos Otamendi, a la edad de 104 años.
Se embotella una partida importante de Malvasía de Lías, destinado a ser el vino conmemorativo del 250 Aniversario de EL GRIFO.
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