La calidad de un vino empieza en la viña, pero se consolida en cada fase de su elaboración. En EL GRIFO, mantenemos un compromiso firme con la seguridad alimentaria y la trazabilidad. Por ello, nuestro sistema de gestión ha sido auditado y certificado conforme a la norma internacional ISO 22000:2018 por Bureau Veritas Certification, entidad líder mundial en certificación de calidad y seguridad.
Esta norma establece los requisitos más exigentes para los sistemas de gestión de seguridad alimentaria, integrando el análisis de riesgos, la trazabilidad y la mejora continua en todas las etapas del proceso: elaboración, crianza y embotellado de vinos.
¿Qué garantiza la certificación ISO 22000:2018?
1. Control total de la inocuidad alimentaria
La certificación acredita que todos nuestros procesos están diseñados para garantizar la seguridad del producto final, evitando contaminaciones físicas, químicas o biológicas en cualquier fase del ciclo de producción.
2. Trazabilidad completa y verificación continua
Cada lote de vino puede seguirse desde la uva hasta la botella. Se aplican controles en origen, producción, almacenamiento y distribución, cumpliendo con los estándares internacionales de seguridad alimentaria reconocidos por la ISO.
3. Formación y cultura de seguridad alimentaria
Todo el equipo de EL GRIFO participa en un programa continuo de formación y auditorías internas, asegurando que las buenas prácticas se integren en el día a día de la bodega. La certificación implica no solo procedimientos, sino una cultura de responsabilidad compartida.
4. Revisión y mejora constante
El sistema certificado bajo ISO 22000:2018 se revisa periódicamente mediante auditorías externas. La última renovación, realizada el 1 de julio de 2022, confirmó la conformidad de todos los procesos, con vigencia hasta septiembre de 2025.
Esta certificación se suma a otras acreditaciones oficiales —ISO 14001:2015 en gestión ambiental, Huella de Carbono MITECO, y V-Label en elaboración vegana— que consolidan a EL GRIFO como una bodega que combina excelencia en calidad, seguridad y sostenibilidad.
Porque elaborar vino en un entorno tan singular como Lanzarote exige no solo respeto por la tierra, sino también rigurosidad, transparencia y confianza en cada botella.