La sostenibilidad es un compromiso medible. Por eso, nuestra bodega cuenta con la certificación oficial de cálculo de huella de carbono, concedida por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO). Esta certificación forma parte del Registro Nacional de Huella de Carbono, un instrumento público que reconoce a las empresas que cuantifican, verifican y reducen sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) conforme a criterios oficiales y metodologías reconocidas.
¿Qué significa esta certificación?
En primer lugar, quiere decir que hemos medido y registrado de manera rigurosa y transparente todas las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de nuestra actividad, desde el trabajo en el viñedo hasta los procesos de vinificación, embotellado y distribución. Este análisis nos permite conocer con precisión dónde y cómo se generan las emisiones, identificar los puntos de mejora y establecer planes de reducción con objetivos concretos y verificables.
En segundo lugar, implica que seguimos un plan de acción permanente para reducir de forma progresiva nuestra huella de carbono. Entre las medidas ya implantadas destacan:
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La generación fotovoltaica, que actualmente cubre alrededor del 60 % de nuestro consumo energético.
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La incorporación del sistema Oresteo, que recupera y reutiliza el CO₂ producido durante la fermentación, evitando su emisión a la atmósfera.
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La optimización de los procesos logísticos y de climatización en bodega para reducir el uso de combustibles fósiles.
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El impulso a prácticas de viticultura ecológica certificada, que disminuyen el impacto ambiental desde el origen.
Además, mantenemos un seguimiento anual de las emisiones y sus reducciones, garantizando que nuestro progreso es trazable y verificable. Todo ello se realiza con el acompañamiento de técnicos acreditados y bajo los estándares establecidos por el MITECO, lo que otorga a esta certificación un carácter oficial y auditable.
En definitiva, esta acreditación es la prueba de un compromiso real. Un reconocimiento que valida la estrategia de EL GRIFO hacia un modelo de producción más limpio, eficiente y responsable con el entorno, alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y con la hoja de ruta hacia la neutralidad climática que guía el futuro del sector vitivinícola.
En EL GRIFO medimos, reducimos y mejoramos cada paso para asegurar que nuestra huella, en el tiempo y en la tierra, sea siempre positiva.