En el especial de esta revista del Archipiélago, titulado Lanzarote, la Isla del futuro (agosto 1994), se hace referencia con especial énfasis, al Museo del Vino y al próximo Brut Nature del Grifo:

Pero si de algo están orgullosos sus propietarios es del Museo que se ha construido en la vieja bodega. En las antiguas salas y bajo unas ideas de César Manrique, aconsejados actualmente por arquitectos interioristas lanzaroteños, nace y ha tomado forma el Museo El Grifo, unas dependencias que nos van a contar la historia impresionante de este milagro de la tierra que es el vino Malvasía. El Museo tiene una característica inusual: se recorre a través de las antiguas cubas de piedra mandadas construir por el abuelo y forradas de losetas de cristal para evitar la adherencia del vino a las paredes, una idea que no tiene parangón. El Museo con el emblema histórico de la inscripción antes comentada sobre la arcilla coloreada de "Jesús, María y José Grifo 1775" como punto de finalización de obras, o comienzo de las mismas, ya que no se ha descubierto para qué servía ese muro donde está inscrita, tienen también otras fechas del siglo XIX y firmadas que nos muestra la auténtica antigüedad de las bodegas en cuestión, unas bodegas que ya hoy los extranjeros que visitan Lanzarote, y que otean en sus afueras las 40 hectáreas de viñedos propiedad de la familia, admiran con perplejidad.

Pero El Grifo ya tiene en el mercado la sorpresa de las islas: el cava El Grifo. Doce mil botellas saldrán de sus bodegas esta temporada después de haber reposado al frescor y a la penumbra de unas auténticas cavas para convertirse en un auténtico hito en las islas, y también en el mercado nacional. Con la misma técnica y maquinaria moderna, de lo mejor de la producción nacional, léase Freixenet, el cava de El Grifo saldrá al mercado con fuerza tras la primera avanzadilla de la temporada pasada.